13 feb 2011

Crónica: XI Bilbao-Bilba 2011


 ANTES DE LA CARRERA.
 Antes de la carrera tengo ciertos nervios por saber la marca que soy capaz de hacer.
En entrenamientos he empezado a rodar con dificultades 5 km por debajo de 4:30. Y he hecho series de 1 y 3 km más rápido, a 4:15-4:20. Con estos precedentes me parece imposible poder mantener esos ritmos más allá de 3-4 km. Mis espectativas se encuentran en hacer una buena carrera y estar por los 45 y en el mejor de los casos 44. Y si no puedo andar por esas marcas tampoco pasa nada, pero he entrenado con ganas y me he esforzado, luego voy convencido de que me merezco una mejora en la marca.
Voy con ganas de luchar hasta el final y de darlo todo.
Y ahí está el problema, no sé si estas ganas me harán ir a un ritmo excesivo al principio de carrera y terminar pagándolo. Como táctica de carrera intentaré ir hasta el km 5 cerca de los 4:30 o a un ritmo cómodo pero exigente. Si voy por debajo me dejaré llevar. Luego sé que 5 km los puedo hacer a sufriendo. Me soltaré en los primeros km y sobre el 2 espero tener un ritmo que llevar hasta el 6. Igual que en las Arenas- Bilbao.
A ver hasta donde me lleva el ritmo de carrera.
Si las piernas no van me olvidaré de todo e intentaré hacer los últimos km más fuerte. De todos modos por esta semana ya tengo mejor marca del circuito de 5km.

EL DÍA DE LA CARRERA.
 El día es bueno para correr, un poco de viento a rachas, pero buena temperatura y no parece que vaya a llover.
Llego con tiempo a la salida y estiro sin prisa. 15 min antes de la hora troto un poco y hago un par de rectas. 5 min antes ya estoy en la linea de salida. Las sensaciones no son buenas, me noto un poco agarrotado y no me siento con confianza, siento que la mayoría de la gente que he visto tiene mucho nivel. La espera de la salida me hace olvidar las malas sensaciones. Veo mucha gente preparada y menos corredores que en otras carreras. Me pongo en mitad del pelotón y veo que hay mucha gente que no calienta y espera al final.

SALIDA.
La salida es lenta y durante todo el primer km no entro en ritmo, acelerando y frenando para no comerme a la gente. He vuelto a salir demasiado atrás y en los primeros km paso a demasiada gente. Cuando voy por el km 2-3 la carrera se estira y ya no me sobrepasen corredores a ritmos mucho más rápidos ni se caen muchos corredores. El pulsómetro se me ha disparado, y la sensación es de poder mantener el ritmo pero sufriendo. Decido aguantar ahí. Antes de llegar al puente de Euskalduna ya nos hemos estirado y vuelven a caer un grupo de corredores que se habían cebado en la salida. Yo mantengo mis parciales. En la subida del puente de Euskalduna paso a algunos corredores que empiezan a dar muestras de cansancio (y eso que vamos por el km 3) y sigo la estela de un corredor que va a un ritmo parecido al mio pero 15 metros más adelante y con muy buena pinta.
Termino la subida del puente y arriba están Ana y Leyre esperando y sacando algo de video. No es buen sitio, pues ahí voy bien clavado, pero por lo menos queda el recuerdo y con la cosa acelero algo en la bajada.
Saludo a Leyre 1.
Saludo a Leyre 2.

Saludo a Leyre 3
Tras la bajada la carrera se ve estirada. Me acerco al km 4 y decido arriesgar y mantener el ritmo de carrera. Oigo que alguien pregunta por el km de carrera y cuando le contestan que por el 4 dice un "¡¡¡No puede ser!!!".
Todas las veces que miro el pulsómetro veo 180 pulsaciones. Sigo la estela del corredor de delante y poco a poco vamos pasando corredores a cuenta gotas. Son corredores que han ido a muy buen ritmo hasta ahora pero pagan la distancia y bajan. Se les nota con el gancho puesto ya desde antes de mitad de carrera.
Aún y con todo los ritmos de la gente son muy similares, no se ven grandes acelerones ni grandes pájaras. Van pasando los km y según nos acercamos a Zorrotza siento que voy justo, pero las veces que he mirado el reloj, el verlo cerca de 4:30 el km o por debajo me ha dado animos.
El GPS no va con las señales de km de carrera. Iba perfecto hasta el km 4 en el que hay un desfase de 200m.
Pasamos a una chica que se la ve algo desfondada y me pasan dos corredores a ritmo muy vivo. Un le pregunta al otro a ver si quedan cuestas y por la distancia. El otro le dice que ya no hay ningún repecho como el del puente de Euskalduna y que quedarán unos 4 km. Se van para adelante y paso a un corredor bastante pasado de kilos que no sé como ha sido capaz de haber llegado hasta el km 6 a estos ritmos. Se le ve muy mal. En el km 6,5 me cruzo con los corredores que van por el km 8,5. Me sacan 2 km lo que vienen a ser unos 9 min.
Se les ve rápidos, aunque hay alguna excepción de gente que no parezca que corra tanto.
Animo a los primeros que veo y a las chicas. Con la tontería voy más suelto y me olvido de lo justo que ando. Nadie dice nada, todos vamos justitos. Con mejor o peor pinta corriendo o estilo, todos vamos con lo puesto y sufriendo. Estamos donde nos ha puesto la carrera y a estas alturas no hay mucho margen. Los corredores que tengo alrededor dan la sensación de estar como yo, compitiendo al máximo.
Seguimos cruzándonos con gente y no hago más que pensar en si alguna vez podré correr donde están ellos. ¿A que ritmo irán?. Veo un par de veteranos que dan envidia y segun pasan los metros empieza a aparecer gente que ya se me hace más normal.
Veo a un corredor que conozco de vista y pienso en que nunca hubiera dicho que corriera tanto. Para mi sorpresa en el siguiente giro hay un pilote y volvemos por donde hemos venido. El corredor conocido está a unos 400m, lo que vienen a ser menos de un par de minutos, luego con tiempo y entrenando quien sabe si algún día podré correr así.
Mientras me cruzo con la gente veo a varios que fuí dejando atrás en la carrera, a la chica desfondada,... y la verdad es que me sorprende la distancia que les he ido sacando.
Circuito.
No tengo referencias de carrera más allá de los parciales por km, que tampoco los miro. No sé como voy, pero me extrañaría ir por debajo de 45 min, ya que el principio de carrera se me ha hecho lento.
Llegan los 2 últimos km y llevo ya un tiempo con la misma gente por delate.
Hacemos un pequeño grupo de 4 y adelantamos a un corredor alto, más mayor que yo, con una rodilla llena de cicatrices, corriendo sin subir los pies, pasado de kilos y con síntomas de tener pies planos. Tiene mucha peor pinta que todos los que están alrededor, pero al pasarle me entran ganas de decirle un "ole tus huevos tio, tú si que sabes sufrir". Desde luego que vaya pundonor que tiene el tío. Va muerto y se resiste a perder ritmo ni a ser pasado. Desde luego que hay gente que le echa un par.
Llevo varios km intentando mantener el ritmo, y cuando me marca el GPS que entro en el último km ni la cabeza ni las piernas pueden más.

ÚLTIMOS METROS.
Me hubiera gustado poder hacer un cambio de ritmo durante todo el último km, pero lo dejo para los últimos 400m. Del grupito que vamos, un corredor de rojo acelera y nos pasa a todos, le sigue uno de verde y yo me quedo atrás siguiendo al de azul.
No puedo cambiar de ritmo a tanta distancia de la meta.
Nos acercamos a la pista de Zorrotza y el corredor de verde baja el ritmo y le pasamos. Cuando entramos en la pista miro y veo que la meta está a 500m. El corredor de verde vuelve a acelerar y el de azul le sigue, entonces cambio como para hacer una serie de 400.
El cambio me sale muy fácil y voy progresando por fuera. Me hago toda la pista a ritmo y paso a los dos con facilidad, ninguno me miran ni amaga con seguirme. En muy poco doy alcance a dos corredores más que no había visto hasta entrar en la pista, noto como uno me mira, supongo que algo extrañado por el pequeño esprint, pero ninguno me sigue.
Desde luego que estaré dado la nota, pues el espiquer que va amenizando las llegadas y animando a la gente dice mi número de dorsal y hace una pausa. De vez en cuando suele nombrar a las chicas, a algún veterano, o a algún corredor. Supongo que un gilipollas que aprieta los últimos 400m es igual de bueno que cualquier otro, y es fácil que le haga ilusión.
De hecho me hace ilusión, que se le va a hacer, soy así de simple.
Enfilo la recta de meta y veo al corredor de rojo. Le tengo a tiro. Mantego el ritmo y le paso en la misma linea de meta mientras paro el reloj. Al entrar el espiquer dice mi nombre. Casi me dan ganas de levantar el brazo.
Carrera terminada.
No me encuentro con fuerzas de correr más, pero tampoco estoy cansado como para no poder andar. Me acerco a por la cocacola y en pocos minutos me siento recuperado. Miro el reloj y veo que como era de esperar no me marca los 10Km, me marca 9,67. Eso sí, me marca un 43:14 que me sorprende.


RECONSIDERANDO LA MARCA.

Al llegar a casa repaso la ruta con el GoogleEarth y veo que el GPS ha medido bien. Esta no es una carrera homologada, por lo que no tiene sentido pensar que he corrido 10 km en 43:14. Me quedo con lo que me marca el GPS (que si que es cierto que en algún momento ha podido perder un poco de cobertura) y decido extrapolar la marca a lo que hubiera hecho si hubiera corrido los 330 m que me faltan a la velocidad media. Esto es: 44:42.
Con lo que me quedo con una marca por debajo de 45 min, cosa que no está nada mal.

Repasando los tiempo por km la verdad es que estoy muy contento con la carrera.
Hace dos días no puede correr 5 km a estos ritmos.
Los cinco primeros kms en 4:31 (4:26, 4:33, 4:37, 4:32, 4:29)
Los cinco últimos kms en 4:24 (4:24, 4:24, 4:29, 4:32, 4:11)
Y sin contar con el esprint del último km iba a 4:27.
Lo que es más fácil de analizar son las pulsaciones, que desde el km 2 las tengo en 180-181. No quería subir a 183 por mucho que en carrera se "rinda más".
Si hubiera arriesgado más en la salida quizás hubiera robado algún segundo, y sin los repechos también. Pero estoy bastante satisfecho de la carrera y de haber podido volver a correr 10 km por debajo de 45 min.
Ahora seguiré entrenando durante 4 semanas hasta la carrera de Laredo a ver si puedo estar por los 43-44 min y luego haré un plan específico de 6 semanas para un 10k a ver hasta donde me lleva.

1 comentario:

  1. Muy buena marca, siempre sorprende la diferencia entre los ritmos de entrenamiento y en carrera.

    Felicidades

    ResponderEliminar