29 ene 2012

V Laudio Herri 2012

Cartel de la carrera.
Antes de la salida.
Tras recoger el dorsal veo una lista con muchos menos participatnes de los que esperaba. La carrera tiene muy buena pinta y esperaba sobre las 300 o 400 personas, pero con el frío, viento y lluvia, es de esperar que todos los de última hora se echen atrás.
Entre los corredores de la zona da para juntarnos 300 sin problemas, pero pensándolo bien en Amurrio corrimos 137, con lo que 300 participantes ya está bien.
Al final somos 216 participantes, y de no ser por el tiempo seríamos unos 300.
El caso es que me hubiera gustado ver más gente, pero es lo que hay.
Voy caletando y encontrándome con conocidos, me lo tomo con tranquilidad y troto 10-15 min a 5 el minuto o más despacio.
Se acerca la hora de la salida y el GPS no recibe satélites, lo que me pone muy nervioso.
Voy siguiendo a la gente a la salida y todos los corredores se refugian debajo del porche, todos menos yo que estoy en mitad de la plaza esperando tener buena visión de satélites. Intento pasar desapercibido, pero es inevitable pensar que soy el típico pelota que va detrás del profesor en vez de seguir al resto de la clase.
Justo cuando llega la hora el GPs me da localización. Nos llaman a la linea de salida y se acerca todo el mundo. Dejo pasar a corredores para no salir en primera linea, pero sin quererlo estoy muy adelante.
Sigue lloviendo y dan la salida.

Salida
Salgo corriendo vivo y me retiro a la izquierda para no molestar. Voy a mi ritmo olvidándome de la masa de corredores que me pasa. Entro en ritmo relativamente pronto y corro sin que nadie me moleste. Voy un poco fuerte, pero es normal durante el primer km.
Me encuentro con Iñigo Ibarrola que me pasa muy fuerte, le pregunto que a cuento la va a hacer y me dice que no sabe. Yo le calculo que andará por los 40 min si mantiene el ritmo al que va.
Llueve y pasamos por la avenida Zumalakarregui con gente animando a los laterales. No me cebo con el ritmo de salida y voy bien.
km1
Mantengo mi ritmo y me sigue pasando gente, pero cada vez a menos diferencia de velocidad. Me pasan los del club de Vitoria de 42.195 que van a tren más rápido que yo. He bajado el ritmo y ya no voy a 4 min el km, me acerco al ritmo a mantener durante toda la carrera. Asier también me pasa.
Calculo que iré a 4:10-4:20, lo cual es un poco excesivo para mantener e ir sufriendo desde la salida.
Llega el km2 pasando por las calles de Llodio y con la gente animando.
Aún no me fijo en nadie. Me vuelvo a cruzar con Aita y Gaizka entre el público y ya voy entrando en ritmo.
Salimos otra vez por Zumalacarregui y llega el km3.
La carrera se ha estirado y me pasa gente y paso a gente. He bajado el ritmo y creo que voy a 4:30 o más lento, pero no me obsesiono con lo que me dice el GPS por que no son parciales claros, son mediciones instantáneas que pueden tener mucho error, pero el caso es que no me noto fino y decido no apretar. Las pulsaciones están a 178-179 pero no las veo a 180, con lo que me quedo contento.
Entramos en el km4 y ya paso a gente y me pasa gente, esto se ha estabilizado y un corredor de azul me pasa a mejor ritmo. Es un poco mejor que lo que llevo, pero decido seguirle, más que nada porque llevo unos 400m tirando de dos que se me han puesto a cola y no me siento con suficiente fuerza como para marcar el ritmo a nadie.
Sigo un tiempo al corredor de azul, pero veo que va más fuerte y se me escapa. Aún queda mucha carrera como para obsesionarme, además en los últimos metros he pasado a ir muy bien a un ritmo que me gusta y con el que siguiedo al de azul voy pasando a gente.
llegamos al puente en Gardea y pasamos por la marca de km5. Mitad de carrera y sin quererlo me he vuelto a pegar al corredor de azul. Voy a muy buen ritmo, pero no se mi situación real de carrera.
Es decir, no sé el tiempo real de paso por el km5.
Ni lo se ni lo quiero saber, en carrera prefiero guiarme casi únicamente por sensaciones y por situación de carrera, lo que me dice el GPS es muy relativo y desde luego que si creo que voy a mi límite no voy a forzar porque me lo marque el GPS.
El caso es que creo que he encontrado mi ritmo perfecto. Voy relativamente cómodo para lo rápido que se que voy, me engancho con el corredor de azul y con uno de negro y amarillo que me habían pasado antes. Se me habían ido unos 20m, pero en una zona de bajada les cojo sin hacer esfuerzos extra.
Pasamos por la zona de parques y nos volvemos a acercar a el casco de Llodio.
El caso es que no estoy seguro de poder aguantar este ritmo hasta el final, pero me decido a ser ambicioso. El corredor de azul pasa a uno de blanco que se le pega y le saluda. Vamos en grupo los cuatro, azul, amarillo, blanco y yo. El de blanco le pregunta por el ritmo y el de azul le dice que vamos a hacer entre 42 y 43. El oír eso me da mucha moral pues es mi objetivo. Vamos los cuatro a tren dos a dos, y decido engancharme a ellos. Hacía unos metros tuve el impulso de adelantarme, pero decido ir con ellos. Siento que hemos bajado un poco el ritmo, pero no me importa si con ese ritmo llego a hacer la carrera en 43.
A cuenta gotas vamos pasando a gente.
Al pasar por el km6 mi cabeza se hace idea de que voy a poder entrar en la zona de sufrimiento total, ya no hay que guardar ni dosificar. He de mantener el ritmo. La sensación es inmejorable. Los cuatro a ritmo. Tan solo dejo pasar el ritmo sin tocar nada. El tiempo corre a mi favor.
Intercambiamos frases, pues a eso llegamos todos, a soltar una frase clara y nítida, pero no a hablar de seguido.
Parece que a ellos también el GPS les marca la distancia un poco distinta.
km7 y ya llevamos tiempo reduciendo la distancia a los de 42,195 y a Asier. Antes de pasar por el puente y volver hacia Llodio llegamos a la altura de Asier y de Mariano y les superamos. Hacía unos metros que se había descolgado el corredor de blanco y los corredores que pasamos a cuentagotas se acoplan y se descuelgan en no muchos metros.
km8 y llega la subida. Decido darlo todo y no bajar el ritmo. Asier se descuelga. Pasamos a más gente, nos miran sin intención de ir con nosotros.
Vamos a entrar en el último km y medio, pregunto a mis compañero si vamos por debajo de 43, uno me dice que justo justo. En la bajada aprieto y entro en el último km.
km9 y ya lo he dado todo, toca coger aire y sufrir. Voy torpe y sin fuerzas, pero me concentro en subir los talones lo más que puedo, se que estaré a buen ritmo, aunque la sensación es de sufrimiento total y de ir parado. Se me escapan Mariano y el de amarillo y dejo atrás al de azul.
Pasan los metros y por mi reloj veo que queda menos de medio km, me concentro para coger aire los últimos 400m. Volvemos para la plaza del pueblo y alargo la zancada todo lo que puedo, llego a la recta final y aprieto todo lo que puedo, estoy seguro de haber hecho marca personal.
En la meta miro el tiempo y me marca 43:25, lo que es mucho mejor de lo que esperaba.  El GPS también me indica que faltan 150 m para los 10 km, por lo que me quedo con que he corrido los 10 km en 43:10, que a fin de cuentas es  lo que me marca el GPS, ya que en el circuito al mirar por google maps le faltan 150m.
De todos modos mi marca personal y cerca de bajar de 43  min, lo que dejo para otra carrera.
Todo un éxito.
No pensaba poder correr así con las sensaciones de ayer.
Al llegar a casa veo los parciales por km y veo que aunque la segunda parte del circuito era más dura con la subida, he hecho los primero 5 km y los segundos 5 km en el mismo tiempo. Lo normal es bajar el ritmo, y de ahí que pasara a un gente que ya va con la gasolina justa.